Ecopsicologia
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Cómo Volga buscó el Poder HeroicoDobrynya cabalgaba a lo largo del campo y sonreía. Todo alrededor Le complacía. Los pájaros Le cantaban sus canciones; animales de gran pelaje del bosque corrían al lado de Él; las flores deseaban dar a Él su fragancia; los arbustos querían compartir con Él sus bayas maduras. Dobrynya vestía una camisa blanca, y no una armadura militar. Sus rizos pardo-claros eran acariciados por un viento libre. Su espada escondía su gran poder en la funda, y Su escudo estaba atado a la silla. ¡Había alegría en el corazón del guerrero cuando la paz y la calma le rodeaban! Dobrynya cabalgaba y vio cómo algunos niños y niñas estaban jugando un juego de guerra… Dobrynya cabalgó hacia ellos y les preguntó: —¿No tiene ustedes otro juego? —¡Es aburrido jugar a hacer-casas y hornear pan! —¿Pero puede ser divertido jugar a cortarse la cabeza mutuamente? Los niños entonces empezaron a pensar si este juego era bueno… Dobrynya también comenzó a pensar y se entristeció: ¡Mientras los padres forjen y martillen espadas, mientras las personas hagan guerras entre ellos — ¡será imposible romper el hábito en los niños de jugar juegos en los cuales ellos traten de matarse más ingeniosamente!... … Dobrynya cabalgó aún más y pronto vio a un muchacho cabalgando en un caballo y cortando la cabeza de hierbas y flores con su espada. Dobrynya le preguntó: —¿Por qué ejecutas a flores y hierbas? ¿De qué las culpas? El muchacho entró a pensar y entonces respondió: —¡Quiero volverme fuerte y ágil y proteger mi tierra nativa de enemigos! ¡Quiero convertirme en un gran héroe como Dobrynya! El muchacho no Le reconoció… Él pensó que Él era un viajante normal. Dobrynya comenzó a preguntarle al muchacho: —¿Cuál es tu nombre, futuro héroe? —Volga es mi nombre. Desde la infancia, yo crecí dotado de fuerza e inteligencia. Les dije a mi madre y padre que mi destino no sería el de ir detrás de un arado, ¡sino ser un héroe! Por lo tanto, ahora busco al Héroe-Dobrynya para aprender de Él. —Bueno, si estás dotado de inteligencia, piensa sobre dónde el borde de tu tierra nativa, la cual quieres defender, está. ¿Es la cerca que rodea tu casa o la periferia de tu aldea? ¿O es hasta donde la mano de tu príncipe alcanza? ¿O es hasta donde un príncipe cercano tiene poder? »La distancia de un vecindario a otro puede bien ser corta o larga. ¡Pero doquiera que vayas, la Tierra es como una madre para todos Sus hijos! ¡Y no hay líneas en nuestra tierra que indique los bordes! ¡La gente misma dibuja esas líneas! »Un vecino construye una cerca para separarse él mismo de su vecino. ¡Otro vecino, al contrario, construye un camino hasta otro vecino! Sin embargo, en cada casa, la gente vive y cría a sus hijos. ¡Y para todos nosotros, la Madre Tierra es una sola! »¿Quieres aprender a proteger a Sus hijos? —¡Sí, yo quiero hacerlo! —respondió Volga. —¡Entonces mira! —dijo Dobrynya y le mostró en Su palma la cabeza de la flor cortada por Volga. —¡Si no la hubieras cortado, las semillas de esta flor hubieran madurado y luego brotado el año próximo, y nuestra tierra hubiera sido decorada con nuevas flores!... Volga le pidió a las flores que lo perdonaran… —¿Puedes devolver la vida a esta flor asesinada sin necesidad? — y gracias a la calidez de la mano de Dobrynya, la cabeza de la flor repentinamente se tornó en una cápsula con semillas. Estas semillas se rasgaron y esparcieron en la palma de Dobrynya. Él las sembró para que brotaran el año próximo y se convirtieran en flores. Volga le preguntó a Dobrynya: —¿Pero cómo arrancamos el grano, lo molemos y horneamos pan con éste? Esto también significa que nosotros tomamos las vidas de esas espigas y granos. —Cada grano, convertido en pan, crecerá en cuerpos humanos como poder de vida. ¡Dará su poder a las personas en vez de morir en vano! Y las personas deberían agradecer a la Madre Tierra y Dios Padre por su pan diario y usar este poder para buenas obras. »Si quieres, te daré un poco de pan, y continuaremos nuestra conversación mientras comemos. Volga estuvo de acuerdo, y se sentaron a comer. El muchacho se vio más y más influenciado por las respuestas de Dobrynya e hizo nuevas preguntas: —¿Cómo obtener poder Heroico, pero al mismo tiempo no matar a nadie? —¡Antes de tratar de obtener poder, es necesario cultivar en nosotros mismos la bondad y el amor por nuestros hermanos y hermanas más pequeños: por las flores y árboles que crecen, por los pájaros que cantan sus canciones, por los animales de gran pelaje y por todas las creaturas! — Dobrynya le respondió a Volga. Él extendió Su mano con migas de pan, y en seguida unos pájaros vinieron y confiadamente se posaron en Su palma y comenzaron a comer. Animales de gran pelaje vinieron y comenzaron a comer también, mostrando su gratitud y afecto por Dobrynya. Ahí Volga también extendió su mano con migas, y pájaros se posaron sobre esta también y comenzaron a comer. Un pequeño pájaro, sentado en la mano de Volga, comenzó a cantar una canción de agradecimiento por esa comida. ¡Y esta, se volvió tan cálida en el corazón de Volga, como si el sol brillante se hubiera elevado en su interior! Volga acarició el rojo pelaje esponjoso de una ardilla que vino y luego acarició las orejas de una liebre que confiadamente se apoyó en su pierna. ¡Él mismo estaba sorprendido por el afecto que se había despertado en él! ¡Fue como si él se hubiera emparentado con todos los animales! ¡Era como si cada creatura se volvió para él una hermana o hermano! Y Volga se dio cuenta de con Quién estaba comiendo: no era un simple viajante quien mantenía la conversación con él, ¡sino el Héroe-Dobrynya! —¿Cómo realizas Tu servicio Heroico si Tú sientes pena por todo y todos, si Tú no puedes ofender siquiera a una hormiga u otro insecto? —preguntó Volga. —Uno puede ser fuerte y valiente pero dar su vida luchando por una causa injusta. ¡Es por esto que un héroe debe ser sabio para así ser capaz de distinguir entre el mal y el bien, ayudar a todos en el bien, y detener el mal en todas partes! »¡Ven Conmigo, Volga! ¡Te mostraré cómo Yo enseño a Mis guerreros a cuidarlo todo! ¡Te mostraré cómo desarrollar el poder de la bondad! ¡Te enseñaré a cómo pedir consejo a Dios y convertirte en el defensor de la vida correcta en nuestra Madre Tierra. ¡Luego Dios te aceptará en Su Hueste Heroica! Ellos cabalgaron aún más. Dobrynya habló sobre el gran poder del Bien, el cual puede salvar almas de vicios y dirigirlas a la realización de buenas obras. Dobrynya y Volga cabalgaron y vieron a un hombre mayor que salió a su encuentro. Éste les dijo: —¡No usen este camino, buenos muchachos! Se ha vuelto peligroso por aquí desde que diez hermanos-ladrones con cien compañeros están robando en este lugar. Y nadie puede pasar por ellos: ni un comerciante, ni un simple viajero, ni un héroe bravío. —¿Pero cómo usted vive aquí ahora? ¿No puede usted ir a los pueblos? ¿No puede llevar sus productos a las ferias para poder venderlos? ¿No puede usted ir al bosque a recoger bayas y hongos? —Así es como vivimos… —replicó el viejo tristemente con un suspiro profundo y sacudió su cabeza gris… —¡Bueno Volga, restauremos el orden correcto! —¡Vamos! —dijo Volga, sin tratar de suprimir su alegría. Dobrynya le instruyó: —¡Cuando peleemos contra los ladrones — tú, Volga, mantente cerca de Mí! ¡No te alejes ni un poquito! Así nosotros venceremos a los ladrones juntos. Continuaron cabalgando… De repente, un bandido silbando y un aullido sonó desde todas partes. Los ladrones se abalanzaron sobre Dobrynya y Volga, y la batalla comenzó. Pronto Volga se emocionó, olvidó las instrucciones de Dobrynya, y se alejó de Él… Entonces el jefe ladrón tumbó a Volga de su caballo, puso un afilado cuchillo en su garganta y gritó: —¡Ríndete, Héroe-Dobrynya! ¡Hemos ganado! ¡Si te mueves aunque sea ligeramente — Yo mataré a tu amigo! ¡Pero si haces como yo quiero — ambos continuarán con vida! ¡Únetenos, Dobrynya, como un compañero! ¡Ahora estos son tiempos difíciles! Cada uno vive de acuerdo a su propia verdad, sigue sus propias leyes, y roba bajo sus propias leyes: «¡El quien es ladino y rápido no es un ladrón! ¡El quien es avaro y valiente comerá! ¡El quien es fuerte y malicioso está en lo correcto!» ¡Ven a nosotros, Dobrynya! ¡Viviremos bajo nuestras propias leyes! ¡Con tu poder, mandaremos sobre el mundo entero! ¡Todos los príncipes de alrededor se inclinarán a nuestros pies y nos traerán un costoso tributo! Dobrynya respondió: —¡Bueno, Me sorprendes! ¡Nunca antes había Dobrynya escuchado tales palabras! Nunca ha Él comido pan robado… »Pero Mi compañero es querido por Mí… »¿Dime, quién de nosotros será el jefe si Yo accedo, tú o Yo? ¿Quién será el dueño de esta espada de poder? ¿Quién repartirá las riquezas? ¿Quién establecerá la verdad y administrará? —¡Sería una victoria extraña si te coloco por encima de mí mismo! — el jefe ladrón rió e hizo un guiño a los ladrones más jóvenes. Sus compañeros rieron algo nerviosos y silbaron… —Bueno, que así sea: tu verdad es torcida pero que sea a tu modo… Toma Mi espada —dijo Dobrynya, acercándose al jefe y lanzando Su espada a la tierra… El jefe ladrón liberó a Volga, agarró la espada con ambas manos, y quedó atascado a esta: no podía ni levantarla ni liberarse de esta… Dobrynya necesitó solo este momento: Él agarró a Volga, derrumbó a cien de los ladrones por el suelo con Su escudo, y ató a todos los demás ladrones con cuerdas. Él les dijo: —¡No les mentí, más bien es su propia mentira que volvió a ustedes! »¡El poder de la espada Heroica está por encima de las capacidades de los ladrones! Este poder es grande pero puro, así que aquel que decida desenfundarla para una obra equivocada será quemado hasta las cenizas. »Ustedes tienen mucha fuerza, más que suficiente. ¡Pero su verdad se ha mezclado con la falsedad! ¡Y hasta que ustedes cambien esto, no habrá ni paz en las almas ni felicidad en sus hogares!... ¡Es imposible obtener el verdadero bien con obras malas! El golpe del escudo de Dobrynya derrotó el deseo de ser ladrones fuera de ellos. Ellos vieron sus vidas como ya terminadas: como si ellos ya estuvieran muertos, y la muerte les encontrara desprevenidos. La vida pasó como un sueño vacío… Y ellos no podían recordar ni siquiera un minuto de bondad… Y ellos no podían tomar lo robado con ellos por sobre el lumbral de la muerte… —¿Qué debemos hacer, Héroe-Dobrynya? —preguntaron los ladrones. —!Vuelvan a las personas y despréndanse de lo que robaron. Construyan caminos entre las aldeas y pueblos y protejan estos caminos para que todos puedan caminar seguros. Vuélvanse guardianes bondadosos de estos caminos y de ahora en más, vean que nadie haga daño ni haya violencia ahí! Volga desató a los ladrones, levantó la espada de Dobrynya y se la entregó a Él con una reverencia. … Ellos cabalgaron aún más. Así Volga comenzó a aprender a ser un Héroe: ¡a servir a Dios desinteresadamente y a acumular el Poder del Amor, el cual Dios ayuda a incrementar y que es inextinguible! Dobrynya cabalgaba a lo largo del campo y sonreía. Todo alrededor Le complacía. Los pájaros Le cantaban sus canciones; animales de gran pelaje del bosque corrían al lado de Él; las flores deseaban dar a Él su fragancia; los arbustos querían compartir con Él sus bayas maduras. Dobrynya vestía una camisa blanca, y no una armadura militar. Sus rizos pardo-claros eran acariciados por un viento libre. Su espada escondía su gran poder en la funda, y Su escudo estaba atado a la silla. ¡Había alegría en el corazón del guerrero cuando la paz y la calma le rodeaban! |