Ecopsicologia
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Cómo Dobrynya derrotó a Koschei y transformó el Reino de Hierro de la MuerteDobrynya cabalgaba a lo largo del campo y pensaba: «¡Un alma humana crece siendo iluminada por el Amor de Dios como si por el Gran Sol. Puede hacerse más grande que bosques y montañas. Puede abrazar todo el espacio! »La batalla más grande del alma es la batalla contra sus defectos. ¡Si tú eliminas todos tus defectos — entonces te volverás invulnerable! »¡De esta forma, el alma sana enfermedades y pesares, obtiene su belleza y poder, y hace su amor invencible! Padre-el-Creador ayuda en esta batalla y muestra el Sendero a Su Morada…» Dobrynya continuó cabalgando y vio a una muchacha de particular belleza caminando hacia Él. ¡Ella pisaba en el suelo ligeramente y parecía como el brillante sol! Ella se reverencio hasta el suelo ante Dobrynya y dijo: —¡Acéptame, Dobrynya, en Tú hueste Heroica! ¡Yo te ayudaré! «Hay una plaga en nuestra tierra: ¡el reino de hierro de la muerte está creciendo! Destruye la Tierra y a las personas. El soberano de ese reino es el inmortal Koschei. »¡Humo y gases están por sobre ese reino de hierro. El cielo azul está cubierto con las nubes negras del hedor. La luz del sol no puede pasar a través de ellas y comenzar la primavera o el verano! ¡Los pájaros no viven en ese dominio, y los árboles no crecen. Una coraza de hierro cubre la tierra! ¡Ni siquiera un simple brote puede salir a través de esta! »¡El reino de hierro vive bajo las leyes de la muerte. No hay sentido para la vida humana ahí! ¡Las personas se sobrecargan a sí mismas haciendo trabajos agotadores, y así ellas mismas fortalecen y extienden ese reinado de hierro que les oprime! »Las personas sirven a Koschei a través de toda su vida. Ellos solo trabajan, duermen, y comen. Nadie está contento con tal vida ahí, pero ellos ni siquiera saben que otra vida es posible. »El alimento de Koschei es la ira humana. Él disfruta de la obediencia humana y se deleita en su propio poder… Nadie puede superarle… —¡No es trabajo para una chica luchar contra Koschei! Solo dime tu nombre y explícame cómo llegar al reino de hierro. Yo hallaré cómo superar a Koschei y ayudar a la gente. —Mi nombre es Nastenka. ¡No rehúses mi ayuda, Dobrynya! ¡Yo te serviré! ¡No me asustaré y correré! ¡Yo te ayudaré en esta difícil tarea! »Mucha gente vive en el dominio de Koschei, y él les enviará a ellos primero para proteger su reino. ¡No debemos destruirles! ¡Yo te ayudaré a Ti a despertarles! ¡Será posible ya que el libre albedrío es dado por Dios Padre! ¡Yo trataré de hacerles recordar el por qué las almas son enviadas a la Tierra y el por qué vivimos en cuerpos humanos! ¡Yo puedo cantar canciones mágicas! ¡Las palabras de estas canciones se hacen verdad inevitablemente! Ella dijo esto y comenzó a cantar:
»Yo también tengo semillas mágicas que llevaré conmigo. ¡Si uno tira una de ellas a la tierra — brotará de inmediato, y un árbol crecerá en un pestañar! ¡No me rechaces, Dobrynya! ¡Llévame contigo! Dobrynya se maravilló ante el increíble poder de esta muchacha, se reverenció hasta el suelo ante ella, y dijo: —¡No pensaba antes que también una muchacha pudiera realizar hazañas Heroicas! ¡De acuerdo, vamos juntos a liberar personas del reino de hierro! Nastenka llamó a su caballo, saltó sobre éste sin silla, y ellos cabalgaron. Finalmente, llegaron al reino de hierro. Koschei envió personas comunes a luchar contra Dobrynya, pensando que Él las mutilaría y se iría. Gente común se abalanzó sobre Dobrynya y comenzaron a pegarle, pero Él se las sacudió — y quedaron diseminados alrededor. —¿Por qué me golpean? ¡Yo no soy vuestro enemigo! —¡Nos fue dicho por Koschei que te expulsáramos! ¡Si no lo hacemos — seremos asesinados! Dobrynya comenzó a decirles cómo debían vivir en este mundo: ¡en vez de servir al mal sirvan al bien, creen con amor, brillen con luz, den alegría, sientan paz y calma, y sanen con ternura y amabilidad! Ahí Nastenka vino, les dio algo de pan y empezó a cantar sus canciones. Las personas se sorprendieron y comenzaron a pensar… … Dobrynya y Nastenka cabalgaron más aún. Dobrynya golpeó con Su espada, y la coraza de hierro que cubría el suelo empezó a resquebrajarse. ¡Donde Él golpeó una vez — un río comenzó a fluir! ¡Donde Él golpeó otra vez — un arroyo brotó desde el suelo! Nastenka, en su turno, arrojó semillas. ¡Ella arrojó una vez, y la hierba apareció; ella arrojó otra vez, y un árbol de manzanas creció; ella arrojó una vez más, y un pino junto con un abedul, crecieron y comenzaron a susurrar con sus coronas! ¡Ella brillaba de alegría — todo alrededor floreció! ¡En un pestañar, el bosque y el jardín crecieron, y los animales se apresuraron hacia ahí! Así el dominio de Koschei se volvió verde. ¡Los pájaros comenzaron a cantar en los árboles; animales de gran pelaje comenzaron a cavar sus madrigueras; los peces comenzaron a chapotear en los ríos! La tierra revivió y la gente despertó… Koschei comenzó a preocuparse. Él juntó un ejército de sus más allegados sirvientes, los vistió con armaduras de hierro de pies a cabeza, y los envió a matar a Dobrynya y a Nastenka, a destruir bosques y jardines, y a matar pájaros y otros animales. …El innumerable ejército partió. Ellos fueron a cortar los árboles con sus hachas, a dispararles a los animales con sus flechas, y a matar a Dobrynya y a Nastenka con sus espadas. Al ver a Dobrynya, se alinearon escudo con escudo, desenvainaron sus espadas, y se apresuraron hacia Dobrynya. Él atrapó un rayo de sol con Su escudo y lo reflejó hacia los sirvientes de Koschei cubiertos por las armaduras. ¡Ellos se sintieron insoportablemente acalorados! ¡El sol brillaba tan intensamente que pronto empezó a salir vapor por todas las grietas de sus armaduras! ¡Era como si estuvieran siendo cocinados en calderos o fritos en sartenes!... ¡Ellos no podían soportar más la luz del sol! ¡Se despojaron de sus armaduras de hierro, respiraron en el aire fresco, y despertaron de su terrible vida!... ¡Olieron la fragancia de las flores de primavera! ¡Y ninguno de ellos quiso pelear más! Luego Nastenka se adelantó: \x{2534}¡Hemos venido a ustedes no en guerra sino en paz! ¡Les hemos traído la luz del amor y el conocimiento sobre el sentido de la vida! »¡Ustedes han olvidado el por qué la vida en la Tierra es dada a las personas y cómo uno puede usarla! ¡Es por ello que ustedes viven de acuerdo a las órdenes de Koschei! »¡Hasta el aire sobre vuestro reino estaba envenenado! ¡Ustedes querían defender el poder malvado que esclaviza a todos y le da la inmortalidad a Koschei! »¡La vida en vuestro reino es infernal! ¡Nadie aquí está contento con su amargo destino! ¡Vosotros mismos permitieron a Koschei el subyugarles y arruinar vuestra propia tierra! ¡Así que ustedes mismos deberían liberarla ahora! »¡Si ustedes erradican la ira y la obediente esclavitud en vosotros mismos — el poder no volverá a Koschei! ¡Solo entonces seremos capaces de superarle! »¡Ustedes deben saber que el alma humana no vive en la Tierra solo una vez, y que no muere con la muerte del cuerpo. Luego el alma volverá a nacer: para aprender a amar y buscar la Luz! »¡Nosotros vivimos aquí para hacernos, como almas, mejores, para ser más amables y más hermosos, para transformarnos a nosotros mismos en amor, para aprender las leyes de la vida, para servir al Bien y a la Luz, y para amar a Dios Padre! ¡Podemos conocer la Unidad de todo lo que existe y manifestar las ideas de Dios en este mundo! … Nastenka les lavó con el agua viviente y les dio pan mágico… ¡La primavera estaba por todos lados! ¡Los manzanos florecían, y los pájaros estaban cantando! … Dobrynya cabalgó hacia adelante para prepararse para la batalla con Koschei. Éste último se dio cuenta de que él mismo tendría que enfrentarse a Dobrynya. Él acumuló todo su poder maligno, ensilló un caballo, y galopó hacia Dobrynya: —¡Prepárate a morir Dobrynya! ¡Es imposible superar mi poder con tu amor! ¡Mi maldad aplastará tu bondad! ¡Yo soy más fuerte que ninguna bondad! ¡Después de todo, cada buen hombre tiene al menos una gota de maldad en él o ella! ¡Y de cada gota de maldad — mi poder no hace sino aumentar! ¡Es por ello que soy inmortal! — Koschei estaba riendo. La batalla comenzó. El escudo de Dobrynya reflejó la maldad de Koschei de vuelta hacia él, pero Koschei absorbió esa maldad en sí mismo y se regocijó. Dobrynya cortó con Su espada la cabeza de Koschei — pero una nueva cabeza inmediatamente creció en el lugar de la otra, y cada nueva cabeza era aún más desagradable que la anterior… Koschei rió triunfalmente: —¡Tú nunca superarás mi maldad, Dobrynya! ¡Dobrynya quedó agotado, pero no retrocedió ni siquiera un solo paso, ya que la tierra revivida y las personas ahora despiertas estaban detrás de Él! ¡Él tenía que encontrar una forma de derrotar este poder maligno! Pero Koschei se abalanzó sobre Dobrynya, queriendo estrangularlo con su malicia. Dobrynya entendió que no había ira en Él, solo el poder del Gran Amor recibido de Dios Padre. ¡Solo ese poder podría derrotar a Koschei! Dobrynya comenzó a inundar a Koschei con la Luz del Padre, brillando desde Su pecho, y el poder de Koschei comenzó a derretirse y desapareció... Así como la luz se lleva la oscuridad — así el poder del Amor derrite y dispersa la maldad. Así Koschei se derritió completamente. Nada quedó. Las personas comenzaron a agradecer a Dobrynya y a Nastenka. Ellos comenzaron a darse cuenta de la verdad: en vías de transformar al mundo y revivir la tierra, todos deben comenzar con ellas o ellos mismos. ¡Las personas comenzaron a cambiar, llenando las almas con amor y haciendo el bien activamente! Ellos comenzaron a vivir en su tierra de una nueva manera. …Y Dobrynya cabalgó aún más. Dobrynya cabalgaba a lo largo del campo y pensaba: «¡Un alma humana crece siendo iluminada por el Amor de Dios como si por el Gran Sol. Puede hacerse más grande que bosques y montañas. Puede abrazar todo el espacio! »La batalla más grande del alma es la batalla contra sus defectos. ¡Si tú eliminas todos tus defectos — entonces te volverás invulnerable! »¡De esta forma, el alma sana enfermedades y pesares, obtiene su belleza y poder, y hace su amor invencible! Padre-el-Creador ayuda en esta batalla y muestra el Sendero a Su Morada…» |