Ecopsicologia
ecologia espiritual

Ejercicios de relajación básicos V.V.Antonov

El dominio de la relajación (la paz del cuerpo y la mente) es necesario para conseguir descanso rápido, para el control de las emociones (le permite a uno deshacerse con facilidad de las emociones negativas y las tensiones) y, en general, ¡todo se puede hacer con mucho más éxito en el estado de paz interior!

Recordemos el famoso aforismo del sabio chino Lao Tse: «La tranquilidad es la parte más importante en el movimiento» [8,12].

Hay ciertas posturas corporales (asanas) que ayudan a aprehender la paz interior.

La primera de ellas es la así llamada postura de la media tortuga.

Nos sentamos sobre los talones con los dedos de los pies apuntando hacia atrás y separamos las rodillas. Ponemos la frente y los brazos extendidos en el suelo, con las palmas unidas una con otra. Relajamos el cuerpo y la mente por completo. Notamos al estómago cediendo más y más a medida que la relajación se hace más profunda. Este es un ejercicio maravilloso que le permite a uno deshacerse del cansancio físico y mental. Debería realizarse durante unos diez minutos.

La segunda asana se llama postura del cocodrilo. Hay dos maneras de realizarla.

Nos tumbamos sobre el vientre, con los codos sobresaliendo hacia adelante todo lo posible y la barbilla apoyada en las palmas de las manos.

La segunda opción: ponemos los codos hacia delante y colocamos en el suelo un antebrazo sobre el otro, sosteniendo la cabeza y la parte superior del cuerpo hacia arriba, tensando los músculos de la espalda.

En ambos casos nos sentimos como pequeños cocodrilos felices, que se han escurrido hasta una playa de arena ¡para tomar un baño de sol! El sol calienta nuestra espaldas, y nos derretimos de placer bajo su tierno calor tibio que impregna nuestros cuerpos en su totalidad.

 

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